miércoles, 21 de mayo de 2014
Entrevista Rammstein
ROLLING STONE: ¿Cómo recuerdan el primer show de Rammstein?
CHRISTIAN "FLAKE" LORENZ: El primer concierto en forma fue en el Centro Cultural “naTo” en Leipzig, como teloneros de la banda de mi hermano. Él tenía este grupo que hacía básicamente covers o parodias de canciones en Inglés como "Like a Virgin" (“Como una Virgen) por "Wie ein Würstchen" (“Como una Salchicha"). No había ningún otro lugar donde pudiéramos presentarnos “formalmente”.
ROLLING STONE: ¿El sonido y la apariencia de Rammstein estaban ya definidos?
“FLAKE” LORENZ: Sí, absolutamente. Creo que no podíamos estar peor en esos tiempos, en esa “versión en bruto” de nosotros. Nos esforzamos por ser bastante contundentes en el escenario, tocar nuestras cosas, a nuestro estilo…. Pero en el público, nadie se movía, nadie se reía… Quizá sobreactuamos el trabajo, o les resultó muy pesado. La gente se quedaba con la boca abierta.
TILL LINDEMANN: Pocas veces he visto a la gente tan estupefacta.
ROLLING STONE: ¿De dónde surgió la idea, de actuar de esa manera?
TILL LINDEMANN: Yo no me sentía cómodo en el escenario. Yo llevaba puestas unas enormes gafas de sol porque no podía soportar las miradas. Tenía pánico escénico, y pensaba: ¿qué estoy haciendo aquí? Antes, yo era un baterista, así que siempre tenía ya definido qué hacer. Ahora yo estaba ahí, delante de todos, y todos me miraban. Eso era algo desagradable para mí, y yo quería compensarlo de alguna manera. Así llegó el fuego a la escena. Comenzó con dos sopletes, que una vez me dio un amigo. Más tarde, también empezamos a tener fuentes de gasolina vertida en la sala, que usualmente conseguía que el piso del escenario se cubriera de llamas. Esto ha ido evolucionado a lo largo de los años.
ROLLING STONE: ¿Ustedes tienen que estar capacitados para manejar toda esta pirotecnia?
TILL LINDEMANN: Sí, el certificado se puede obtener en tres meses. Cada cinco años hay que refrendarlo, para poder mantener la acreditación.
ROLLING STONE: ¿Qué tan grande es el peligro de que la música quede replegada bajo la sombra del show?
“FLAKE” LORENZ: A veces pienso en ello, pero no demasiado. Como espectador, me encantaría estar en medio de todo este alboroto. Algunas bandas logran tener muchos fans encantados durante dos horas de concierto, con tan sólo un grupo de chicos en jeans y camisetas y con eso son felices… bueno, nosotros queremos dar más que eso.
TILL LINDEMANN: La banda a menudo tiene opiniones divididas sobre esta cuestión. Para algunos es demasiado circo, y prefieren dejar que la música sea más protagonista. Luego hay gente como yo, que tenemos grandes esperanzas en este show; los elementos de pirotecnia, el brillo y las chispas, la acción y el fuego.
ROLLING STONE: Flake, durante los espectáculos de los últimos años acostumbras estar en un bote de hule sobre las cabezas de la gente del público. Eso puede terminar realmente mal alguna vez...
“FLAKE” LORENZ: Sí, eso fue en Toronto. La gente fue aventándome cada vez más hacia el fondo del lugar y al final el bote se volcó al pasar una valla.
Lindemann: ¡A mí me pareció muy divertido! Yo lo he visto desde el escenario y de repente se fue a pique, como en una cascada.
“FLAKE” LORENZ: No fue divertido, tuve contusiones en las rodillas y además tuve que dar toda la vuelta alrededor de la valla, para poder recoger mi ropa que me habían arrancado, para luego volver al escenario, con suerte.
CHRISTIAN "FLAKE" LORENZ: El primer concierto en forma fue en el Centro Cultural “naTo” en Leipzig, como teloneros de la banda de mi hermano. Él tenía este grupo que hacía básicamente covers o parodias de canciones en Inglés como "Like a Virgin" (“Como una Virgen) por "Wie ein Würstchen" (“Como una Salchicha"). No había ningún otro lugar donde pudiéramos presentarnos “formalmente”.
ROLLING STONE: ¿El sonido y la apariencia de Rammstein estaban ya definidos?
“FLAKE” LORENZ: Sí, absolutamente. Creo que no podíamos estar peor en esos tiempos, en esa “versión en bruto” de nosotros. Nos esforzamos por ser bastante contundentes en el escenario, tocar nuestras cosas, a nuestro estilo…. Pero en el público, nadie se movía, nadie se reía… Quizá sobreactuamos el trabajo, o les resultó muy pesado. La gente se quedaba con la boca abierta.
TILL LINDEMANN: Pocas veces he visto a la gente tan estupefacta.
ROLLING STONE: ¿De dónde surgió la idea, de actuar de esa manera?
TILL LINDEMANN: Yo no me sentía cómodo en el escenario. Yo llevaba puestas unas enormes gafas de sol porque no podía soportar las miradas. Tenía pánico escénico, y pensaba: ¿qué estoy haciendo aquí? Antes, yo era un baterista, así que siempre tenía ya definido qué hacer. Ahora yo estaba ahí, delante de todos, y todos me miraban. Eso era algo desagradable para mí, y yo quería compensarlo de alguna manera. Así llegó el fuego a la escena. Comenzó con dos sopletes, que una vez me dio un amigo. Más tarde, también empezamos a tener fuentes de gasolina vertida en la sala, que usualmente conseguía que el piso del escenario se cubriera de llamas. Esto ha ido evolucionado a lo largo de los años.
ROLLING STONE: ¿Ustedes tienen que estar capacitados para manejar toda esta pirotecnia?
TILL LINDEMANN: Sí, el certificado se puede obtener en tres meses. Cada cinco años hay que refrendarlo, para poder mantener la acreditación.
ROLLING STONE: ¿Qué tan grande es el peligro de que la música quede replegada bajo la sombra del show?
“FLAKE” LORENZ: A veces pienso en ello, pero no demasiado. Como espectador, me encantaría estar en medio de todo este alboroto. Algunas bandas logran tener muchos fans encantados durante dos horas de concierto, con tan sólo un grupo de chicos en jeans y camisetas y con eso son felices… bueno, nosotros queremos dar más que eso.
TILL LINDEMANN: La banda a menudo tiene opiniones divididas sobre esta cuestión. Para algunos es demasiado circo, y prefieren dejar que la música sea más protagonista. Luego hay gente como yo, que tenemos grandes esperanzas en este show; los elementos de pirotecnia, el brillo y las chispas, la acción y el fuego.
ROLLING STONE: Flake, durante los espectáculos de los últimos años acostumbras estar en un bote de hule sobre las cabezas de la gente del público. Eso puede terminar realmente mal alguna vez...
“FLAKE” LORENZ: Sí, eso fue en Toronto. La gente fue aventándome cada vez más hacia el fondo del lugar y al final el bote se volcó al pasar una valla.
Lindemann: ¡A mí me pareció muy divertido! Yo lo he visto desde el escenario y de repente se fue a pique, como en una cascada.
“FLAKE” LORENZ: No fue divertido, tuve contusiones en las rodillas y además tuve que dar toda la vuelta alrededor de la valla, para poder recoger mi ropa que me habían arrancado, para luego volver al escenario, con suerte.


ROLLING STONE: Al igual que en una representación de ópera, los ejecutantes no hablan con el público. ¿Fue así desde sus primeras apariciones?
“FLAKE” LORENZ: Desde el primer momento. Creemos que es muy chocante cuando alguien dice en el escenario: "¡Hola!" y "Gracias, Bonn". Esto era contradictorio para nosotros desde la infancia.
ROLLING STONE: En sus comienzos, jamás habían cantado en Inglés, ¿por qué el cambio?
TILL LINDEMANN: El impulso provino de Paul y Flake. Los textos en alemán eran más fáciles y de sonido más duro. La música en alemán transmite una dureza, una fuerza de mucho mejor manera que con el idioma Inglés, con sus formas más suaves. Además, nos encontrábamos en esta época del crossover grunge. En cada club sólo había matas enormes de pelo largo y rubio, rastas y patéticas imitaciones de pacotilla de Rage Against The Machine y de Nirvana. Eso es lo que no queríamos ser, en ningún caso.
“FLAKE” LORENZ: Creo que era algo totalmente loco de todos modos, el contacto en Alemania Oriental con la música moderna en Inglés era muy pobre, por lo que cantar en ese idioma frente a una audiencia que no entendía las letras, parecía no tener mucho caso. Gente como Konstantin Wecker o Grönemeyer (que cantan exclusivamente en alemán) no pueden darse a conocer fuera de su tierra; al menos no de forma masiva, independientemente de su gran talento musical. Pero todavía me gusta escuchar esas canciones, porque las letras me llegan. Si el reloj de alarma toca aquella tonada de "El Blues de Willy” pues me da igual.
ROLLING STONE: Las letras, ¿son ampliamente discutidas al interior de la banda?
TILL LINDEMANN: Por desgracia, sí.
“FLAKE” LORENZ: Till suele iniciar a escribir con un marco musical muy simple; así escribe primero todas las letras. Si tenemos oportunidad de lograr que escriba las canciones sobre una melodía ya compuesta, esto es por supuesto es mucho más agradable de ver una hoja de papel con unas pocas líneas escritas.
TILL LINDEMANN: Ahora habla el músico. ¡Para mí, eso es una pesadilla por completo! Cuando me dan una melodía compuesta, y esperan que las letras fluyan de manera natural, como si vinieran lubricadas, como si fuera tan fácil; insertar aquí los versos, acá el coro, todo “perfectamente encajado”…. ¡Pues no funciona así! Cada quien se dedica a trabajar su parte, y luego tratamos de hacer que se acoplen. Hay una cantidad inmensa de críticas y discusión excesiva, pero al final, de algún modo machacamos todo a la perfección.
ROLLING STONE: ¿Están siempre todos juntos al momento de escribir las canciones?
“FLAKE” LORENZ: No… ¿te refieres a la parte que hace Till? Él trabaja mucho mejor por separado.
TILL LINDEMANN: Hasta el segundo disco, acostumbraba sentarme en un rincón y cantaba para mí las estrofas que iba escribiendo, pero que no era del todo eficaz. Cuando volvía a casa después de los ensayos, es cuando empezaba mi verdadero trabajo. En algún momento, he llegado a tener que trabajar con hasta cuatro pistas a la vez yo solo.
ROLLING STONE: ¿Qué tan grande es la presión cuando tus colegas preparan su parte musical y están todos a la espera de tus líneas?
TILL LINDEMANN: No tienes idea; es como una pesadilla, nada agradable.
ROLLING STONE: Muchos de sus textos son muy provocativos. ¿Por qué es así?
TILL LINDEMANN: Los riffs tan pesados, tan crudos, sólo pueden ir acompañados de textos igualmente crudos, sombríos, esto estaba claro para mí. No fue fácil al principio, no teníamos bien definidos los roles, ni un modelo a seguir. Klaus Lage o Marius M-Westernhagen no tenían nada que ver con lo que teníamos en mente, aunque les reconocemos que tenían algunas canciones muy buenas.


ROLLING STONE: ¿Qué tan conscientes estaban sobre la conmoción que generarían en el público con letras que hacen referencia al sexo con cadáveres o al canibalismo? ¿Tenían algo de esto previamente calculado?
TILL LINDEMANN: Nunca hubo realmente un Plan Calculador detrás de ello. Las letras salieron de eventos que nos llamaron la atención por diferentes motivos, pero que con el tiempo se fueron desarrollando. Cosas que pasan. Por supuesto, que no consideramos estar dañando a nadie de veras por hacer una canción al respecto y eso nos emociona. Deben tomarse en cuenta todas las opiniones de la gente involucrada; muchas veces las cosas no son exactamente como las pintan los medios, especialmente los amarillistas, pero creo que nadie ha salido lastimado.
ROLLING STONE: ¿Les han manifestado molestias por las reacciones?
TILL LINDEMANN: Claro, pero no ha sido nada que no podamos sobrepasar.
ROLLING STONE: Entonces, ¿prefieren enfocarse en temas tabú?
“FLAKE” LORENZ: Bueno, depende del caso. Especialmente cuando pasó lo del caso del caníbal, me parece que estuvo bien, porque creo que pudimos dar otro punto de vista.
ROLLING STONE: ¿Qué es exactamente lo que crees que hicieron bien?
“FLAKE” LORENZ: Por la forma sensacionalista en la que los eventos se presentaron, creo que le hicimos, a nuestro modo, justicia a la “víctima”. La forma en la que se presenta un caso siempre define la forma en la que uno abordará el tema; ya sea de forma empática (hacia la víctima) o crítica (hacia el victimario).
ROLLING STONE: Hecha esta declaración, ustedes no abordaron el tema “desde el punto de vista de la víctima” en la canción “Wiener Blut”, sobre el caso de incesto en Amstetten.
“FLAKE” LORENZ: Creo que el texto es a apropiado, va a la par con lo siniestro del tema. Till ya explicó el proceso así. No lo pudo haber hecho mejor, desde mi punto de vista.
ROLLING STONE: ¿Consideran que ya han sobrepasado todos los límites?
“FLAKE” LORENZ: Nunca hemos querido pensar por el público. Ese no es nuestro trabajo. Ellos deben formar su propia opinión. Hemos hecho lo que queríamos. Y creo que ha sido algo bueno.


ROLLING STONE: ¿El trascender las fronteras es una parte del concepto?
“FLAKE” LORENZ: No tenemos absolutamente ningún concepto.
ROLLING STONE: Bueno, después de tantas canciones con temas que muchos perciben como transgresores, es muy probable que haya una intención definida y metódica detrás de eso…
“FLAKE” LORENZ: No, no es tan fácil. Debido a que tú no sabes de antemano qué es lo que podría molestar a la gente. Ha pasado que el público trata de encontrar demasiados significados y llega a niveles donde nunca habíamos pensado, o al contrario, ignora ciertos pasajes, donde esperábamos tener problemas. Aunque pueda parecer de otro modo, no podemos calcular eso.
ROLLING STONE: ¿Qué polémica les cayó como una sorpresa?
“FLAKE” LORENZ: Por "Pussy". Me tomó completamente por sorpresa. No me imaginaba cómo pudo haber llegado al índice (listado de material censurado). Creo que fue algo completamente idiota.
ROLLING STONE: El álbum "Liebe ist für alle da" fue indexado en 2009. ¿Es cierto que ustedes estaban contentos con toda la atención recibida y que se reían por la explicación?
“FLAKE” LORENZ: La razón es que todo el alboroto se sentía tan absurdo, pero al momento, nosotros no nos estábamos riendo. Si un disco se marca como indexado, no significa nada más que problemas. Los álbumes tuvieron que ser sacados de circulación. Se nos pidió que la sacáramos del repertorio, pero nunca dejamos de tocarla en la Gira. "Pussy" debe ser una canción tonta y divertida, de fiesta, sin provocación alguna.
ROLLING STONE: Para el vídeo de "Stripped", usaron extractos de películas de Leni Riefenstahl sobre los Juegos Olímpicos de verano de 1936. Esto dio lugar a acusaciones de nazismo y muchos debates. ¿Cómo ven esto, en retrospectiva?
“FLAKE” LORENZ: La severidad de las reacciones realmente nos sorprendió sobremanera. En verdad, no pensamos que fuera a causar tanto revuelo, o que si ese era el caso, simplemente se iría apagando por sí solo.
TILL LINDEMANN: Venimos desde el Este y fuimos criados como socialistas. Hemos estado en grupos ya sea punks o góticos y todos ellos tienen en común… ¡que odiamos a los nazis! Y luego viene esta acusación descabellada. Seguimos haciendo el mismo tipo de cosas, y nadie en Estados Unidos o en México tiene idea de qué tan jodida la situación está aquí, en Alemania. Nuestra respuesta a la hostilidad era el tema "Links 2 3 4", por lo que hemos dejado claro cuál sería nuestra afiliación política.
ROLLING STONE: ¿Qué tan importante fue esta aclaración?
TILL LINDEMANN: ¡Mucho! Venimos de una cultura completamente diferente. Solíamos luchar con estos idiotas de la ultra-derecha, y ahora resulta que nos quieren equiparar con ellos.


ROLLING STONE: Fue en la década de los noventa, incluso en una conferencia de prensa en Hamburgo, donde fueron bombardeados masivamente con estas acusaciones de afiliaciones nazis. Su respuesta fue muy taciturna. Quizá demasiado arrogante o despreocupada…
TILL LINDEMANN: Quizá; la realidad es que estábamos en una situación frustrante. Estábamos indefensos, por ejemplo, cuando llegas a casa y tus hijos te preguntan: "Papá, estás tocando en una banda nazi?"
ROLLING STONE: ¿Te ha sucedido esto?
TILL LINDEMANN: Sí, por supuesto, lo cual está muy jodido. También a Flake, ¿verdad?
ROLLING STONE: ¿Es cierto que el video originalmente sería algo diferente, y que las imágenes más controvertidas Riefenstahl habían sido tomadas sólo como un ejemplo – mezcladas con muchas otras - pero al final terminaron siendo prácticamente parte integral?
Lindemann: Si. Stölzl, el director, nos mostró un primer corte en bruto, y nunca antes había trabajado con la banda, así que se quedó con la opinión: "Eso se ve genial" Había hecho todo el ensamble en un solo día, con ayuda de un asistente. El concepto más desarrollado, tendría imágenes de los años 20s a los 40s de la vida en el campo y referencias a artistas; incluso Einstein….
ROLLING STONE: ¿Y no supieron, en ese momento que con el empleo de esas imágenes podría haber problemas y acusaciones de ser nazis?
“FLAKE” LORENZ: No, nadie lo pensó en ese preciso momento. El video fue promocionado por tan corto tiempo, incluso en MTV. Su comité de selección de videos estaba impresionado. Pero entonces llegaron las protestas cada vez más, intensas, la realidad se hizo cada vez más amarga. Después de todo, incluso la compañía discográfica tuvo que sacar las manos, aunque el video en cuanto a la cuestión estética recibía muy buenos comentarios.
ROLLING STONE: ¿Pecaron de ingenuos, por decir lo menos, al usar imágenes de Riefenstahl?
TILL LINDEMANN: Puede ser, pero cuando pierdes la inocencia, a veces te encuentras en situaciones en las que quizá inconscientemente te vas reprimiendo; y el arte es una fuerza creativa, no se debe limitar.
ROLLING STONE: ¿Es exclusivamente culpa del video la mala reputación de la Banda en su Tierra Natal?
TILL LINDEMANN: No, ya habíamos enfrentado antes situaciones así. El vídeo ha venido a poner apenas la cereza en el pastel.


“FLAKE” LORENZ: Este asunto siguió; sí… incluso se intensificó luego de la masacre de Littleton (Columbine)...
ROLLING STONE: Algunos medios reportaron que los terroristas escuchaban, entre otras bandas, a Rammstein.
TILL LINDEMANN: Exactamente. Estábamos en México para un concierto. De repente, habíamos leído en el periódico: "Esta banda está prohibida en Alemania" y "Alemania se avergüenza de Rammstein" ¡Eran “noticias” que llegaban de nuestro país! Ni siquiera teníamos ánimos de regresar allá. Pero el éxito internacional sí que nos lo ha compensado bien. Así que pensamos: "Váyanse al carajo”.
ROLLING STONE: Señor Lorenz, alguna vez comentó, a modo de broma, que quizá lo que ocasionó el comportamiento violento de esos chicos asesinos fue que desayunaron pan blanco; ¿qué opina ahora de eso?
“FLAKE” LORENZ: Mantengo mi opinión; Ellos hicieron un montón de cosas que no tenían nada que ver con sus acciones finales. Creo que es difícil saber qué desencadena la agresión. Es obvio que la gente que no está enferma de la cabeza no va a cometer estos crímenes sólo por la música que escucha. No pasa nada.
TILL LINDEMANN: Tengo una recomendación de un muy buen libro: "Ich hasse und das liebe ich" ("Lo odio y lo amo") Son extractos de los diarios personales de dos asesinos; es muy interesante. Está realmente bueno. Uno de ellos, sorprendentemente, ha escrito grandes poemas.
ROLLING STONE: La identidad alemana es un tema que siempre sale a relucir en cualquier discusión sobre Rammstein, siempre ha jugado un papel importante. Hoy en día, es completamente normal ver un mar de banderas negro-rojo-oro en eventos como la Copa del Mundo, algo tan simple y normal ahora, pero impensable a finales de los noventa. ¿Qué ha cambiado?
“FLAKE” LORENZ: Ha sido muy notable el cambio en los últimos veinte años, está el ambiente mucho más relajado ahora; así es como lo veo.
ROLLING STONE: El Madison Square Garden es, la máxima locación de la industria del espectáculo en Nueva York, tradicionalmente manejada por empresarios judíos. Ahí se le cuestionó a Rammstein si la culpa alemana es parte de la música. ¿Cómo lidiar con estas preguntas?
TILL LINDEMANN: Es “una de tantas cosas” con las que lidiamos a diario. El concepto de “culpa colectiva” tiene una historia generacional. Así como nuestros hijos tendrán que cargar en un futuro con las consecuencias del endeudamiento de la economía actual, son problemas que no te tocó vivir de primera mano, pero que igual te terminan afectando.
“FLAKE” LORENZ: Nuestros padres vivieron en los tiempos de la guerra y sin embargo nos dicen que sus mejores recuerdos son de cuando eran jóvenes. Cuando fuimos a Polonia siendo yo un niño, nos trataron siempre con hostilidad, sólo porque veníamos de Alemania; esas son cosas que no se olvidan tan fácilmente.
ROLLING STONE: ¿Pero hasta qué punto esta conciencia tiene una influencia en la creación artística?
“FLAKE” LORENZ: Ya se trata con un cierto respeto, con cuidado, por supuesto.
ROLLING STONE: Ha trascendido, en diversas ocasiones, que no renovaste tu documento de identidad desde la era de la RDA (República Democrática Alemana), tan sólo tu pasaporte, y que encuentras el estilo de vida occidental estúpido. ¿Tú dices de ti mismo “Yo soy Alemán” o “Yo soy Alemán Oriental”?
TILL LINDEMANN: Flake siempre se ha considerado ciudadano de la RDA, todavía; dice que va a morir como un ciudadano de la RDA. Flake no acostumbra salir de vacaciones. Cuando mucho, va a las montañas de arenisca del Elba o al Mar Báltico, lo que se le antoje. Siempre vamos en el verano junto con nuestros hijos al Lago en Mecklemburgo. Eso es totalmente fantástico.
“FLAKE” LORENZ: Para mí es difícil. Cuando yo era un ciudadano de la RDA, que luego le cambiaron el nombre “extraoficialmente” a BRD (Bundesrepublik Deutschland) lo que se me hacía algo verdaderamente estúpido. De repente, me encontraba formando parte de un sistema político que era pura mierda. Incluso la bandera de la BRD me parece fea en la actualidad.
ROLLING STONE: Curiosamente, ahora uno apenas escucha las siglas BRD. Usted es probablemente uno de los últimos que siguen usando ese nombre actualmente.
“FLAKE” LORENZ: Bueno, ¿qué no estamos justo ahora en lo que solía ser BRD?
ROLLING STONE: Por supuesto, nadie dice que no... Till, ¿Tú también te consideras todavía como un ciudadano de la RDA?
TILL LINDEMANN: No, pero tengo un gran apego a las tradiciones de la RDA. Creo que es una mierda, por ejemplo, que ya no haya fiestas tradicionales de Carnaval, pero sí se celebre el Halloween. Todo esta "destradicionalización" me molesta mucho, ya no hay más autenticidad. Hay muchas cosas que se echan de menos.
ROLLING STONE: Específicamente, ¿qué echas de menos, de todo aquello que solía ser mejor?
Lindemann: Disfrutar un buen Frukeneintopf (guisado de carne con nabos y patatas) en una Posada en el campo. Un ejemplo tonto, lo admito, pero se acerca a los valores ideales que interactúan unos con otros, la voluntad de ayudar, de compartir. Que para la educación y la atención médica no haya pagar nada. En este país la acumulación de la riqueza también podría ser regulada hoy en día, los asuntos sociales podrían cambiar para muchos, pero nadie se pone a trabajar. Por el contrario. Yo no necesito de 25 tipos de pasta, traída en avión desde muy lejos, a costa de contaminar el ambiente. Los tomates proceden de España; sin embargo, aquí hay campos de cultivo suficientes y muchos desempleados. Nadie necesita tener dos coches. Hay tantas tonterías que pasan, es increíble.
“FLAKE” LORENZ: Nuestra primera misión en “Los Pioneros” era ayudar a las personas mayores. En el tranvía, los niños se levantaban, para que las abuelas pudieran sentarse. Había comunidades sustentables, donde no hacía falta pisotear el trabajo de los vecinos; todos trabajaban por un fin común. Antes den trato en las comunidades era más respetuoso; es lo que hace tanta falta ahora.
ROLLING STONE: Eso suena sorprendentemente nostálgico, pero también muy idealista. También podríamos hablar de economía controlada por el Estado, del racionamiento y de la escasez, ya ni decir de la falta de libertades. Richard es un miembro de su banda que huyó de antes de la reunificación. ¿Hay cosas que se ven de una manera más crítica cuando miran hacia atrás?
TILL LINDEMANN: Esa no era la cuestión. La “Nostalgia por el Oriente” no es algo que nos obsesione a ninguno de nosotros. Podríamos tener igual de bien una larga conversación sobre las cosas fundamentales, pero la pregunta era, ¿qué es lo que nos faltaba? ¿Qué era ha sido la mejor para nosotros?
ROLLING STONE: ¿Se hace el trabajo más divertido cuando hay un enemigo claramente identificable?
“FLAKE” LORENZ: Así es. En Occidente, es en realidad el Sistema es siempre el oponente. Pero eso ya no es tan claramente palpable. Ahora son también los medios de comunicación, la política, la industria…
ROLLING STONE: Pero sin duda, ustedes se han beneficiado enormemente del Sistema Capitalista...
“FLAKE” LORENZ: Sí, claro nosotros también vivimos inmersos en él. Pero hay muchas cosas que no se encuentran bien, y tratamos de ser mordaces al respecto.
ROLLING STONE: Tú dijiste alguna vez que luchabas contra el sistema capitalista regalando el dinero. Esto probablemente sea algo sarcástico, no para ser fue tomado literalmente.
“FLAKE” LORENZ: Pensé que era divertido, pero no fue así. No me he puesto pensar. Eso también es un disparate total, porque el dinero que ganamos viene del fruto de nuestro trabajo y nada más.
ROLLING STONE: El diario (amarillista) "Spiegel" escribió, hace algún tiempo, “Rammstein es la venganza estética de Oriente a Occidente”. ¿Cómo responden hoy a esas críticas?
“FLAKE” LORENZ: Generalmente, no estamos al tanto de cada cosa que se publica o deja de publicar sobre nosotros. En la tradición Oriental, creemos que hemos hecho algo mal cuando nos alaban en la prensa, o mucho peor, por el gobierno. Es la Muerte. Las “malas lenguas” son un reconocimiento, a nuestra existencia, en principio. Mientras medios como el “Stern” o el “Spiegel” se la pasen odiándonos, eso significa que el Mundo marcha bien para nosotros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)